
Lima, 19 de agosto del 2008
(Melissa Carvallo, su hija)
Educador. Constantino rodeado de sus alumnos en un aula del colegio Los Reyes Rojos. Mucho se ha escrito y hablado en estos días acerca de mi padre. Su admirable y estoica dedicación hacia la educación del país, hacia los niños de nuestra escuela querida o hacia el Club Alianza Lima. Pero pocos saben que el principal motor y objetivo de mi papi fue ser un buen padre. Amoroso a su manera, siempre al pie del cañón. Martín, Alejandro, Camila y yo nos quedamos con su mirada buena y su palabra que calmaba.Me he acordado anoche de una vez que estábamos comiendo en un restaurante cuando vinieron a decirnos que los ladrones habían llegado a nuestra casa y la habían vaciado. Mi papá nos dijo que siguiéramos conversando y riendo porque ya nada se podía hacer. Más tarde, al llegar a la casa y verla casi vacía, me dijo que al día siguiente conseguiría plata y compraríamos todo lo que nos habían quitado, pero de mejor calidad. Porque el bien tenía que triunfar sobre el mal.
Lector. La biblioteca del colegio fue uno de sus espacios preferidos. Y yo quisiera, porque es lo que él me enseñó, que en este injusto momento el bien triunfe sobre el mal. Y que nos rebelemos ante su absurda muerte amando a la vida, manteniendo la alegría de vivir, construyendo. Por sus hijos chiquitos, por nuestros hijos, por los niños y niñas del colegio Los Reyes Rojos que estuvieron, que están y estarán, y por lograr que su lucha por acortar las desigualdades entre los niños y niñas de nuestro querido e injusto país siga viva.Silvana Gazzo (Amiga y colega)Constantino es el amigo más íntimo que he tenido en toda mi vida. Era una persona con unas ideas sumamente claras y a contracorriente. Desde el nombre del colegio, muchos le aconsejaban que no lo pusiera porque iba a traer confusión, y efectivamente lo acusaron de comunista y muchas cosas más, pero eso a él no le importaba porque decía que de alguna manera el tiempo iba a decantar las cosas y todas las nuevas ideas generan polémica.
Hermanos. Fernando y Constantino. Recuerdo que una vez la Universidad Católica nos envió una carta diciendo que a los chicos de Los Reyes Rojos se les reconocía por su capacidad crítica, por su deseo de aprender, por sus intereses y esto lo reconfortó. Y él escribió otra carta en la que decía 'escribo esto con rabia porque tengo que demostrarle a la gente que mis alumnos ingresan a la universidad y esa, para mí, no es la función del colegio pero, para tener alumnos, los padres quieren que yo les asegure el ingreso'. Fue como una manera de reivindicar a los que decían que eso no ocurría. Sus pasiones: el fútbol, el cine… y el pollo del Kentucky, era lo que más le gustaba, le en
cantaba.María Paz de la Cruz (Ex alumna)Lo recuerdo en las asambleas en el patio del colegio hablándonos de la autonomía, la ética y la inclusión, palabras que en mis tiempos de colegio no cobraban ningún sentido pero que ahora son los pilares que gobiernan mis actos.
Hijos. Junto a Camila y Alejandro. Me encuentro en la larga lista de alumnos que llegaron a Los Reyes Rojos tras ser expulsados de otros colegios y haber intentado inútilmente ser aceptados en alguna institución educativa. Pero Constantino aceptaba los retos: "Las personas que botan a un niño de un colegio es porque se declaran incapaces, los han vencido", decía. Él me recibió con los brazos abiertos, no temía que yo sea una mala influencia, más bien quería que aprendiera de los alumnos que él había formado. Se ha ido el hombre que me educó, que me crió, que me forjó. Te voy a extrañar. Fernando Farah (Ex dirigente del club Alianza Lima)
Orgullo. Wally Sánchez fue como un hijo para Constantino. Constantino tenía una ductilidad que le permitía estar en la mañana en el Consejo por la Educación y en la tarde hablando con unos chicos de La Victoria, poniéndose a la altura de sus capacidades y entendiéndose en su propia forma de hablar, porque Constantino era un ser que no hizo distingos con la gente, que respetaba a cada uno como es. Tuve la suerte de ser hincha del mismo equipo de Constantino y de que él haya visto una entrevista televisiva a Alberto Masías, en ese entonces presidente de la Comisión de Menores del Club Alianza Lima, en el cual hablaba de formar "buenos jugadores, mejores personas", frase que definitivamente lo tocó. Con la generosidad que lo caracteriza, se comunicó con Alberto y desde ese día se entregó en cuerpo y alma en busca de ese objetivo, poniendo recursos propios y los de su colegio. Sus esfuerzos se materializaron con muchos jugadores que triunfan hoy en el fútbol local y extranjero.Alfonso Montesinos (Compañero de estudios)Estudiamos Filosofía y Educación en la Universidad Católica. He tenido el privilegio de tenerlo como compañero en dos carreras. Siempre fue el más capacitado de los alumnos y quien, con más autoridad, a punta de argumentos, cuestionaba las cosas que se nos enseñaba.
Educador. Constantino rodeado de sus alumnos en un aula del colegio Los Reyes Rojos. Mucho se ha escrito y hablado en estos días acerca de mi padre. Su admirable y estoica dedicación hacia la educación del país, hacia los niños de nuestra escuela querida o hacia el Club Alianza Lima. Pero pocos saben que el principal motor y objetivo de mi papi fue ser un buen padre. Amoroso a su manera, siempre al pie del cañón. Martín, Alejandro, Camila y yo nos quedamos con su mirada buena y su palabra que calmaba.Me he acordado anoche de una vez que estábamos comiendo en un restaurante cuando vinieron a decirnos que los ladrones habían llegado a nuestra casa y la habían vaciado. Mi papá nos dijo que siguiéramos conversando y riendo porque ya nada se podía hacer. Más tarde, al llegar a la casa y verla casi vacía, me dijo que al día siguiente conseguiría plata y compraríamos todo lo que nos habían quitado, pero de mejor calidad. Porque el bien tenía que triunfar sobre el mal.
Lector. La biblioteca del colegio fue uno de sus espacios preferidos. Y yo quisiera, porque es lo que él me enseñó, que en este injusto momento el bien triunfe sobre el mal. Y que nos rebelemos ante su absurda muerte amando a la vida, manteniendo la alegría de vivir, construyendo. Por sus hijos chiquitos, por nuestros hijos, por los niños y niñas del colegio Los Reyes Rojos que estuvieron, que están y estarán, y por lograr que su lucha por acortar las desigualdades entre los niños y niñas de nuestro querido e injusto país siga viva.Silvana Gazzo (Amiga y colega)Constantino es el amigo más íntimo que he tenido en toda mi vida. Era una persona con unas ideas sumamente claras y a contracorriente. Desde el nombre del colegio, muchos le aconsejaban que no lo pusiera porque iba a traer confusión, y efectivamente lo acusaron de comunista y muchas cosas más, pero eso a él no le importaba porque decía que de alguna manera el tiempo iba a decantar las cosas y todas las nuevas ideas generan polémica.
Hermanos. Fernando y Constantino. Recuerdo que una vez la Universidad Católica nos envió una carta diciendo que a los chicos de Los Reyes Rojos se les reconocía por su capacidad crítica, por su deseo de aprender, por sus intereses y esto lo reconfortó. Y él escribió otra carta en la que decía 'escribo esto con rabia porque tengo que demostrarle a la gente que mis alumnos ingresan a la universidad y esa, para mí, no es la función del colegio pero, para tener alumnos, los padres quieren que yo les asegure el ingreso'. Fue como una manera de reivindicar a los que decían que eso no ocurría. Sus pasiones: el fútbol, el cine… y el pollo del Kentucky, era lo que más le gustaba, le en
cantaba.María Paz de la Cruz (Ex alumna)Lo recuerdo en las asambleas en el patio del colegio hablándonos de la autonomía, la ética y la inclusión, palabras que en mis tiempos de colegio no cobraban ningún sentido pero que ahora son los pilares que gobiernan mis actos.Hijos. Junto a Camila y Alejandro. Me encuentro en la larga lista de alumnos que llegaron a Los Reyes Rojos tras ser expulsados de otros colegios y haber intentado inútilmente ser aceptados en alguna institución educativa. Pero Constantino aceptaba los retos: "Las personas que botan a un niño de un colegio es porque se declaran incapaces, los han vencido", decía. Él me recibió con los brazos abiertos, no temía que yo sea una mala influencia, más bien quería que aprendiera de los alumnos que él había formado. Se ha ido el hombre que me educó, que me crió, que me forjó. Te voy a extrañar. Fernando Farah (Ex dirigente del club Alianza Lima)
Orgullo. Wally Sánchez fue como un hijo para Constantino. Constantino tenía una ductilidad que le permitía estar en la mañana en el Consejo por la Educación y en la tarde hablando con unos chicos de La Victoria, poniéndose a la altura de sus capacidades y entendiéndose en su propia forma de hablar, porque Constantino era un ser que no hizo distingos con la gente, que respetaba a cada uno como es. Tuve la suerte de ser hincha del mismo equipo de Constantino y de que él haya visto una entrevista televisiva a Alberto Masías, en ese entonces presidente de la Comisión de Menores del Club Alianza Lima, en el cual hablaba de formar "buenos jugadores, mejores personas", frase que definitivamente lo tocó. Con la generosidad que lo caracteriza, se comunicó con Alberto y desde ese día se entregó en cuerpo y alma en busca de ese objetivo, poniendo recursos propios y los de su colegio. Sus esfuerzos se materializaron con muchos jugadores que triunfan hoy en el fútbol local y extranjero.Alfonso Montesinos (Compañero de estudios)Estudiamos Filosofía y Educación en la Universidad Católica. He tenido el privilegio de tenerlo como compañero en dos carreras. Siempre fue el más capacitado de los alumnos y quien, con más autoridad, a punta de argumentos, cuestionaba las cosas que se nos enseñaba.
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